lunes, 9 de noviembre de 2015

Terapia para la regeneración de heridas externas causadas por la diabetes

Ante las ulceraciones que presentan los pacientes con diabetes, científicos de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en México, crearon un talco cicatrizante que regenera la piel y evita infecciones cutáneas, llamado Nanoderma.

Las heridas en personas con diabetes suelen tardar en sanar y la humedad que se genera empeora las lesiones; sin embargo, con el talco se activa un proceso de cicatrización llamado angiogénesis que consiste en la recuperación de vasos sanguíneos, evita que la herida crezca y se llegue a la amputación de extremidades, comentó el doctor Miguel Ángel Hernández Espinosa, titular de la investigación.

El talco creado por científicos del Departamento de Investigación en Zeolitas del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas (ICUAP), es un material híbrido compuesto por dos fases: la primera es orgánica y consiste en el extracto de la planta Tournefortia cuya función es cicatrizar el tejido; la segunda es inorgánica y se conforma de minerales llamados zeolitas, las cuales se encargan de adsorber la humedad.

El doctor en Físico-Química de Superficies dijo que existen polímeros y otros tipos de materiales nanoestructurados que sirven para cicatrizar, pero no funcionan con la potencia que lo hace dicho talco. El precio de esas sustancias es elevado y poco accesible “pueden llegar a costar hasta 15 mil pesos por kilos, 50 veces más que el talco desarrollado en Puebla”.

Hernández Espinosa explicó que el tipo de heridas que presentan las personas con diabetes generalmente son húmedas y segregan o supuran, en este caso Nanoderma seca el área y acciona las bases activas de la planta Tournefortia con el fin de regenerar el tejido. Además de curar lesiones de pie diabético ha demostrado resultados exitosos en llagas.

El investigador también aseguró que para ayudar a que la sustancia funcione con rapidez, los pacientes deben seguir una dieta libre de carnes rojas, grasas, mantener sus índices de glucosa estables, una higiene óptima y la mejor disposición. “Eso marca la diferencia, si quieren mantener sus salud estable deben seguir esos parámetros”.

Los casos que hemos tratado han sido asombrosos, detalló el investigador. Por ejemplo: una persona llegó a la clínica de la Facultad de Ciencias Químicas con ulceraciones en las dos piernas, desde la espinilla hasta el talón y en siete meses se desinflamaron las extremidades, las heridas dejaron de supurar, oler mal y se logró que volviera a caminar de manera casi “normal”. El tratamiento lo inició en marzo de este año y se espera que para diciembre esté en condiciones de usar una tobillera”.



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