lunes, 9 de noviembre de 2015

Vacuna contra la VDVB

Una vacuna desarrollada por investigadores argentinos promete evitar la pérdida de miles de millones de dólares que provoca el virus de la diarrea viral bovina (VDVB) en la producción de carne y leche tanto en la Argentina como en el resto del mundo.

“Este virus genera un significativo número de muerte y abortos en las vacas”, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor Andrés Wigdorovitz, coordinador del Área de Vacunas del Instituto de Virología del Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas (CICVYA) del INTA.

Junto con Demian Bellido, Andrea Pécora, María Marta Vena y María José dus Santos, también del INTA, y José Ángel Martínez Escribano, de la empresa ALGENEX España, desarrollaron Vedevax: la primera vacuna recombinante que previene la infección por VDVB. “La probamos en vacas y terneros y fue efectiva”, destacó Wigdorovitz.

Por su relevancia, el desarrollo de los científicos obtuvo el primer premio del Concurso INNOVAR, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva para reconocer desarrollos científicos y tecnológicos innovadores que respondan a necesidades sociales. En esta edición se presentaron más de 1.300 proyectos de los cuales 45 resultaron galardonados en once categorías.

La vacuna argentina tiene una particularidad que supera a versiones anteriores y genera lo que Wigdorovitz define como una “atracción fatal”: por un lado, posee una de las proteínas del virus que mayor capacidad tiene de generar una respuesta de defensa protectora; por el otro, incorpora un anticuerpo de simple cadena que direcciona la proteína al sistema inmune, lo que facilita su encuentro. 

Por cada peso que se invierte en vacunas, el productor ahorra diez, afirmó el investigador del INTA. “Muchas veces quienes se dedican a la cría de ganado para venta de carne y leche sienten que esa inversión es un gasto, pero a largo plazo pueden tener grandes pérdidas económicas. Es preciso promover una toma de conciencia al respecto”, dijo.


Nanopartículas contra el bioterrorismo

Unos científicos han desarrollado un sistema de suministro de nanopartículas para el antibiótico moxifloxacin que mejora enormemente la eficacia del fármaco contra la tularemia neumónica, un tipo de neumonía causada por la inhalación de la bacteria Francisella tularensis.

La bacteria Francisella tularensis es altamente infecciosa y, por sus características, ha sido clasificada como potencial agente bioterrorista de primer nivel por la red estadounidense de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Su potencial uso bioterrorista la convierte pues en una amenaza no solo para la salud pública sino también para la seguridad nacional.

La Francisella tularensis sobrevive y se multiplica dentro de los macrófagos (un tipo de células del sistema inmunitario), especialmente los del hígado, el bazo y los pulmones.

El moxifloxacin es un tratamiento potente contra la tularemia, pero tiene efectos secundarios cuando es administrado como fármaco de propagación libre en el torrente sanguíneo. El equipo de Jeffrey Zink y Marcus Horwitz, del Instituto de Nanosistemas de California (CNSI), dependiente de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, se propuso maximizar la eficacia del tratamiento reduciendo al mismo tiempo sus efectos secundarios.

Estos científicos han desarrollado nanopartículas de sílice mesoporosa. Las nanopartículas están llenas de poros vacíos profundos. Se colocan las nanopartículas en una solución con el fármaco durante la noche, de manera que se llenen los poros con las moléculas del fármaco. Luego se procede a bloquear las aperturas de los poros en la superficie de las nanopartículas con moléculas llamadas nanoválvulas, sellando el fármaco dentro de cada nanopartícula.

Cuando se inyectan las nanopartículas cargadas con fármaco en el animal infectado, en este caso un ratón, el fármaco permanece en las nanopartículas hasta que alcanzan su objetivo: los glóbulos blancos llamados macrófagos. Los macrófagos ingieren nanopartículas en compartimientos cuyo medio interno es ácido. Las nanoválvulas, que están diseñadas para abrirse en respuesta a entornos de acidez elevada, liberan entonces el fármaco.


Terapia para la regeneración de heridas externas causadas por la diabetes

Ante las ulceraciones que presentan los pacientes con diabetes, científicos de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en México, crearon un talco cicatrizante que regenera la piel y evita infecciones cutáneas, llamado Nanoderma.

Las heridas en personas con diabetes suelen tardar en sanar y la humedad que se genera empeora las lesiones; sin embargo, con el talco se activa un proceso de cicatrización llamado angiogénesis que consiste en la recuperación de vasos sanguíneos, evita que la herida crezca y se llegue a la amputación de extremidades, comentó el doctor Miguel Ángel Hernández Espinosa, titular de la investigación.

El talco creado por científicos del Departamento de Investigación en Zeolitas del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas (ICUAP), es un material híbrido compuesto por dos fases: la primera es orgánica y consiste en el extracto de la planta Tournefortia cuya función es cicatrizar el tejido; la segunda es inorgánica y se conforma de minerales llamados zeolitas, las cuales se encargan de adsorber la humedad.

El doctor en Físico-Química de Superficies dijo que existen polímeros y otros tipos de materiales nanoestructurados que sirven para cicatrizar, pero no funcionan con la potencia que lo hace dicho talco. El precio de esas sustancias es elevado y poco accesible “pueden llegar a costar hasta 15 mil pesos por kilos, 50 veces más que el talco desarrollado en Puebla”.

Hernández Espinosa explicó que el tipo de heridas que presentan las personas con diabetes generalmente son húmedas y segregan o supuran, en este caso Nanoderma seca el área y acciona las bases activas de la planta Tournefortia con el fin de regenerar el tejido. Además de curar lesiones de pie diabético ha demostrado resultados exitosos en llagas.

El investigador también aseguró que para ayudar a que la sustancia funcione con rapidez, los pacientes deben seguir una dieta libre de carnes rojas, grasas, mantener sus índices de glucosa estables, una higiene óptima y la mejor disposición. “Eso marca la diferencia, si quieren mantener sus salud estable deben seguir esos parámetros”.

Los casos que hemos tratado han sido asombrosos, detalló el investigador. Por ejemplo: una persona llegó a la clínica de la Facultad de Ciencias Químicas con ulceraciones en las dos piernas, desde la espinilla hasta el talón y en siete meses se desinflamaron las extremidades, las heridas dejaron de supurar, oler mal y se logró que volviera a caminar de manera casi “normal”. El tratamiento lo inició en marzo de este año y se espera que para diciembre esté en condiciones de usar una tobillera”.



Vacuna contra el SARS


El síndrome respiratorio agudo grave (SRAG), también conocido por sus siglas en inglés SARS (de Severe acute respiratory syndrome), es una neumonía atípica que apareció por primera vez en noviembre de 2002 en la provincia de Cantón, China. Se propagó a las vecinasHong Kong y Vietnam a finales de febrero de 2003, y luego a otros países a través de viajes por medio aéreo o terrestre de personas infectadas. La enfermedad ha tenido una tasa promedio de mortalidad global cercana a un 13%.


En un estudio publicado hoy en la revista PLOS Pathogens, científicos del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC), en España, explican cómo han conseguido modificar el virus del SARS para desarrollar una vacuna segura y 100% eficiente contra la enfermedad.

Ya en 2014, en el laboratorio del CNB liderado por el investigador Luis Enjuanes desarrollaron un primer candidato a vacuna. Este prototipo consistía en el virus del SARS vivo al que se le había eliminado el gen E de la envuelta para que permaneciera atenuado. Los científicos demostraron que esta vacuna proporcionaba una protección total en modelos animales de ratón frente a la reinfección por el virus virulento.


“Sin embargo, posteriormente detectamos un problema de seguridad con este candidato a vacuna, dado que con la replicación del virus en células o en ratones acumulaba cambios y revertía a su estado virulento. Esto significaba que nuestra vacuna no era segura”, explica Enjuanes.

La razón de esta reversión era que, al eliminar el gen E, también se eliminaba un motivo proteico muy importante para la replicación del virus y este evolucionaba hasta recuperarlo.


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Patología de pulmón de ratones infectados con SARS-CoV con y sin el motivo PBM en la proteína E. 



Para evitar que esto ocurriera, en lugar de eliminar el gen E completamente, los científicos han eliminado pequeños fragmentos que no destruyen el motivo esencial para el virus. Así, han conseguido un virus atenuado que no recuperara su virulencia.

Además, con la intención de reforzar la seguridad de la vacuna, han introducido pequeñas deleciones en un segundo gen muy alejado del primero. De esta manera es muy poco probable que el virus sea capaz de recuperar su capacidad patogénica.

“Al entender los mecanismos moleculares que confieren patogenicidad al virus y evaluar la estabilidad genética in vivo hemos obtenido una vacuna muy prometedora contra el SARS que, además de ser eficiente, es segura” concluye Enjuanes.

Tratamiento eficiente contra la malaria

La química farmacéutica china Tu Youyou desarrolló una terapia totalmente eficaz contra la malaria mediante la modificación del proceso de extracción de una sustancia activa presente en la planta de ajenjo china Artemisia annua.


La artemisinina —también conocida como qinghaosu— y sus derivados a son una familia de fármacos que poseen la acción más rápida de todas los medicamentos comunes contra la malaria falciparum.Los tratamientos que contienen derivados del la artemisinina (terapias de combinación de artemisinina, ACTs) son hoy día el tratamiento estándar a nivel mundial para la malaria. El componente principal de la artemisinina es aislado de la planta Artemisia annua, una hierba descrita en la Medicina tradicional china.

Químicamente, la artemisinina es una lactona sesquiterpénica que contiene un puente peróxido inusual. Se cree que es este peróxido el responsable del mecanismo de acción de la droga. No se conoce ningún otro componente natural con un puente de peróxido similar.

Las terapias que combinan la artemisinina con algún otro fármaco antimalaria son los tratamientos preferidos no sólo por su efectividad, sino también por su tolerancia por parte de los pacientes.


Los fármacos elaborados con la sustancia activa artemisinina son el tratamiento más eficaz y seguro contra la malaria, una enfermedad que afecta a cerca de 200 millones de personas al año y mata a más de 500.000, principalmente niños africanos



La utilización de este medicamento se ha incrementado también en tratamientos contra la malaria vivax, y además se ha convertido en un tema de investigación en los estudios de tratamiento de cáncer.

La Artemisinina representa una nueva clase de agentes antipalúdicos que matan rápidamente a los parásitos de la malaria en una etapa temprana de su desarrollo, lo que explica su potencia sin precedentes en el tratamiento de la malaria severa.